Cuestiones de Sociología, nº 10, 2014. ISSN 2346-8904
Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación.
Departamento de Sociología

LECTURAS

 

Aportes desde la investigación cualitativa para pensar los delitos y las violencias en los sectores populares

 

Juan Acacio

Universidad Nacional de La Plata - Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación
Argentina
juan_acacio@hotmail.com

Paz Cabral

Universidad Nacional de La Plata - Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación
Argentina
paz.cabral@hotmail.com

Matías Krieger

Universidad Nacional de La Plata - Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación
Argentina
matiaskrieger@hotmail.com

Belén Roca Pamich

Universidad Nacional de La Plata - Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación
Argentina
brocapamich@gmail.com

 

Cita sugerida: Acacio, J.; Cabral, P.; Krieger, M.; Roca Pamich, B. (2014). Aportes desde la investigación cualitativa para pensar los delitos y las violencias en los sectores populares [Revisión del libro “La violencia en los márgenes” de J. Auyero & M. F. Berti y del articulo Ilegalismos en tres tiempos de G. Kessler]. Recuperado de: http://www.cuestionessociologia.fahce.unlp.edu.ar/article/view/CSn10a16

 

Reseñamos aquí dos trabajos de edición reciente que abordan desde diferentes ángulos el llamado problema de la violencia y la inseguridad. Se trata de: “La violencia en los márgenes” de Javier Auyero y María Fernanda Berti y el artículo “Ilegalismos en tres tiempos” de Gabriel Kessler en el libro “Individuación, precariedad e inseguridad”, publicados ambos en el año 2013.

El libro de Auyero y Berti tiene como objetivo visibilizar la violencia de la que son víctimas los sectores populares en el Conurbano bonaerense. En su trabajo relatan vivencias cotidianas de los habitantes de un barrio marginalizado a fin de describir las dinámicas que operan en las prácticas asociadas a la violencia. Realizan un abordaje de tipo etnográfico que les permite registrar experiencias y relatos de los habitantes del barrio, trabajando principalmente a partir de entrevistas y observaciones con jóvenes y niños de escuelas primarias y con vecinos de la zona.

Por su parte, Gabriel Kessler en su artículo propone analizar las transformaciones en el delito juvenil desde los años 70 hasta la actualidad, a partir de entrevistas e historias de vida de personas que en su juventud protagonizaron delitos contra la propiedad con uso de violencia en la Provincia de Buenos Aires. En dicho estudio, el autor muestra las diferentes formas de articulación entre lo legal y lo ilegal en diferentes momentos históricos, y aborda la relación de los actores con el mundo del trabajo, el consumo, la privación, el lugar del grupo de pares y el vínculo con la policía.

Los dos trabajos señalan la importancia de pensar el problema de la inseguridad y la violencia incorporando nuevas aristas y tratando de comprenderlos en tanto fenómenos sociales. Una de las preguntas que atraviesa esta reseña es qué diagnóstico realizan los autores sobre la violencia y el delito en la Argentina actual. Ambos intentan aportar desde las ciencias sociales a la complejización de la discusión, tratando de escapar a los lugares comunes: Kessler plantea al delito como un fenómeno multicausal, que no sólo puede explicarse en función del aumento de la desigualdad social, el desempleo o la pobreza, sino que también es necesario vincularlo con otras cuestiones tales como el consumo, la privación y la experiencia misma de quienes cometen delitos. Auyero y Berti, por su parte, buscan visibilizar la violencia que sufren los sectores más pobres, centrando su análisis en los usos y las formas de las violencias interpersonales que se presentan en la vida cotidiana de los actores.

En lo que respecta al diagnóstico sobre el delito, Kessler plantea que las transformaciones en la criminalidad producidas en los últimos años se vinculan en gran medida con los cambios en el mercado del trabajo y en la forma en que se experimenta la privación y el consumo. El autor afirma que a partir del 2003 se produce una reactivación económica con una recuperación del trabajo, aunque éste es inestable, precario y de difícil acceso para los jóvenes de sectores populares. A su vez, encuentra que en la etapa actual aumenta la importancia y el peso del grupo de pares, se refuerzan las relaciones de reciprocidad y las obligaciones mutuas. Otra cuestión novedosa en relación con el pasado, es que el delito pasa a inscribirse dentro del campo de acciones y experiencias posibles para los jóvenes de los sectores populares. Otro de los hallazgos que plantea es que si bien en todos los momentos existen formas de regulación policial de los ilegalismos, en el último período disminuye la capacidad de negociación de los jóvenes que delinquen y se refuerza el control y la violencia policial.

En su diagnóstico sobre la violencia, Auyero y Berti, parten de un diagnóstico de aumento de la violencia interpersonal, tema de compleja fundamentación debido a las falencias de las fuentes existentes sobre el tema. En un análisis más detenido de la distribución territorial de las lesiones y agresiones sostienen que este tipo de violencia afecta principalmente a las poblaciones más pobres, en donde luego de la investigación afirman que la violencia en los barrios de sectores populares tiene un carácter omnipresente y se encuentra en la cotidianeidad de sus habitantes.

A partir del concepto de cadenas de violencia, los autores, buscan evidenciar que las formas de violencia que muchas veces aparecen disociadas en los análisis se hallan interrelacionadas y que tienen un efecto expansivo. Se apartan, de esta manera, de los estudios que abordan el uso de la violencia como “Ley del talión” ya que para ellos no se trata de una mera relación diádica, sino expansiva o de derrame. Por otro lado resulta interesante el abordaje que realizan en torno a un mercado informal como es la feria “La Salada” para analizar cómo se vinculan la violencia y la dimensión económica en un espacio determinado. Por último, Auyero y Berti discuten con la idea de un Estado ausente en el territorio y afirman que en la actualidad su presencia se da de manera intermitente, contradictoria y selectiva. Una de las presencias más corrientes y contradictorias es la de la policía, ya que tiene un rol central en la regulación de los ilegalismos: participa en los crímenes y persigue sólo determinadas actividades delictivas.

En lo que respecta a la metodología, ambos trabajos parten de la utilización de técnicas cualitativas con el propósito de centrarse en los relatos de los propios actores, a modo de comprender los sentidos que éstos le otorgan a sus experiencias. Esta cuestión se inserta dentro de un debate epistemológico de la sociología acerca de la posibilidad de construcción teórica a partir de los relatos y las prácticas de los actores. En ese sentido los autores toman caminos distintos con respecto a cómo usar estos relatos y cómo se relacionan éstos con las explicaciones sociológicas. El trabajo de Auyero y Berti es netamente etnográfico y al enfocarse en un barrio específico logra dar cuenta de las particularidades del lugar y de las dinámicas territoriales que contribuyen a explicar el fenómeno de la violencia, dando primacía a las experiencias de los actores que son reconstruidas con la mayor minuciosidad posible. Si bien esto permite echar luz sobre los sentidos y usos de la violencia atribuidos por sus actores, tiene como limitación que no permite realizar lecturas analíticas que posibiliten complejizar los relatos nativos. En este sentido consideramos que al apegarse a los relatos y explicaciones de los propios actores, los autores renuncian a proponer teorías sociológicas que puedan presentar claves explicativas alternativas a las teorizaciones que realizan los protagonistas. De este modo, su análisis corre el riesgo de caer en una lectura estigmatizante o adherida al sentido común.

Por otro lado, Kessler se plantea el dilema en torno a imponer explicaciones sociales que interpreten las narrativas de los actores o renunciar a dichas explicaciones y apegarse a los relatos; frente a esto adopta una posición intermedia: no renunciar a las interpretaciones, explicaciones y teorías sociológicas, pero a su vez ser respetuoso de las narraciones de los propios entrevistados. De esta forma el trabajo de Kessler al complementar los relatos autobiográficos con las teorías sociales, complejiza el análisis y permite iluminar las dinámicas estructurales que contextualizan las historias de los actores.

Para concluir podemos preguntarnos ¿cómo estudiar la violencia y el delito en la actualidad? Las estadísticas delictivas de la provincia de Buenos Aires (1) indican que no es posible hablar de un aumento generalizado de la violencia y el delito en los últimos años: a la par del incremento constante de algunos índices delictivos –como las lesiones–, otros delitos presentan tendencias descendentes –como los homicidios dolosos–. A su vez, las estadísticas muestran que al interior de la provincia y de sus distintas ciudades hay realidades diversas y que la evolución de los índices delictivos dista de ser homogénea, por lo cual es necesario realizar lecturas descentralizadas que permitan analizar las dinámicas particulares de cada región. El trabajo de Auyero y Berti si bien tiene la virtud de realizar un estudio territorial en donde se recuperan las experiencias de los actores, al no historizar ni explicar estructuralmente la dinámica de la violencia, terminan esencializando las vivencias de los sectores populares y cayendo en lecturas estigmatizantes. Por el contrario, el trabajo de Gabriel Kessler ofrece un análisis más complejo que explica las transformaciones en el delito reponiendo las dinámicas estructurales que contextualizan las historias de los actores.

Es necesario construir miradas complejas sobre el problema de la inseguridad para visibilizar y comprender las particularidades locales e históricas de la cuestión del delito y la violencia. Consideramos que los trabajos aquí reseñados aportan claves para seguir abordando estas temáticas.

 
Notas

(1) Ver el Informe “Violencias y delitos en la provincia de Buenos Aires. 2009-2012: un análisis a partir de la estadística oficial” del Observatorio de Políticas de Seguridad, Provincia de Buenos Aires.

 
Textos comentados

- Javier Auyero y María Fernanda Berti (2013). La violencia en los márgenes. Katz Editores, Buenos Aires. 174 p.

- Gabriel Kessler (2013). Ilegalismos en tres tiempos. En: Castel, R., Kessler, G., Merklen, D., Murard, N. Individuación, precariedad, inseguridad. Paidós, Buenos Aires. 57 p.

 

 

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