Cuestiones de Sociología, nº 12, 2015. ISSN 2346-8904
Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación.
Departamento de Sociología

 

RESEÑA/REVIEW

 

Reseña bibliográfica: Ciencias y Sociedad. Sociología del trabajo científico de Dominique Vinck, Gedisa (2014)

 

Lucrecia Zappa

Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación - Universidad Nacional de La Plata (FaHCE-UNLP)
Argentina
lucrecia.zappa@gmail.com

 

Cita sugerida: Zappa, L. (2015). [Reseña de: Ciencias y Sociedad. Sociología del trabajo científico de Dominique Vinck]. Cuestiones de Sociología, nº 12, 2015. Recuperado de: http://www.cuestionessociologia.fahce.unlp.edu.ar/article/view/CSn12a14

 

Los estudios sociales de las ciencias, cuya trayectoria se inicia a mediados del siglo XX, presentan una multiplicidad de abordajes permeados por diferentes contextos socioculturales e históricos. Las variaciones en la producción teórica del campo se han nutrido de las diferentes actitudes que han prevalecido en las distintas épocas frente a las ciencias y las técnicas, pero a su vez han contribuido a generar otras posibles miradas sobre el mundo científico y sus producciones. En esta obra, Dominique Vinck propone una clave de lectura de los diversos acercamientos que se han producido desde las ciencias sociales para interpretar el fenómeno de articulación entre ciencias y sociedades. Con miras a trazar nuevos rumbos por recorrer, el libro se organiza en torno a la pregunta de cómo la sociología ha estudiado y estudia hoy la ciencia. Entonces, brindando un amplio panorama de estos estudios, se pretende abrir un abanico de interrogantes para la comprensión de nuevos fenómenos que se están desarrollando en el mundo científico.

En los distintos capítulos que estructuran la obra, el autor va sistematizando su propia mirada sobre los estudios sociales de las ciencias. De esta manera, nos brinda un esquema a través del cual abordar los distintos ejes por los que la sociología de la ciencia se ha interesado. Así, una primera línea de estudios se ha enfocado tanto en el surgimiento y el desarrollo de las ciencias (capítulo 1) como en sus aspectos institucionales (capítulo 2) y organizacionales (capítulo 3), o en las dinámicas sociales a través de las cuales las ciencias se desenvuelven (capítulo 4). El punto de contacto entre estas corrientes que analizan la estructura y el funcionamiento de las ciencias es la idea de un núcleo duro de “verdades científicas” que permanece intacto ante el análisis social. Sin embargo, para otras corrientes, el cuerpo de conocimientos científicos se ha tornado objeto de interés (capítulo 5), junto a las prácticas cotidianas del trabajo científico (capítulo 6) y la relación de sus producciones con el resto de la sociedad (capítulo 7). En las reflexiones finales se pone de manifiesto cómo estos estudios interpelan directamente a la sociología como disciplina, porque analizando a las ciencias debe analizarse a sí misma. Es así que el libro se torna también una vía de reflexión en torno a las preguntas siempre renovadas acerca del por qué, para qué y para quién hacer ciencias.

Sin embargo, tal como lo propone Vinck, ¿qué quiere decir hacer ciencia? puede remitir a enfoques muy diversos, y a la construcción de una imagen particular de acuerdo con los elementos que se privilegien para su análisis. No es lo mismo observar las controversias en torno al establecimiento de un “hecho científico” que las normas de comportamiento al interior de una comunidad científica o sus prácticas concretas por fuera de los métodos y protocolos establecidos. Requieren distinto nivel de análisis aquellas miradas que centran su atención en los laboratorios y las lógicas de intercambio y reconocimiento entre investigadores, que aquellas que se centran en las diversas redes que se tejen con otras organizaciones y actores que inciden directamente en las producciones científicas (como editoriales, bibliotecas, organismos de investigación gubernamental o industrial, universidades, etc.). Es distinta una concepción lineal de la innovación que presenta a los científicos detrás de la solución de un problema determinado que aquella que advierte la negociación de las agendas científicas o la influencia de éstas en las agendas públicas… En fin, cada enfoque encierra un conjunto de instrumentos de análisis, nociones epistemológicas, conceptos, metodologías e indicadores específicos que observan el fenómeno desde diferentes puntos de vista.

Sin intenciones de profundizar en las distintas corrientes teóricas que se desarrollan, lo que proponemos destacar son algunos ejes analíticos adecuados para comprender lo que en la obra se reconoce como una transformación en proceso de las dinámicas científicas. Así, junto a Gibbons et al. (1994), Vinck destaca un cambio en el modo de producción científica de los que muchos estudios de la relación ciencias-sociedad dan cuenta desde diferentes perspectivas. De este modo, aquel modelo que postula una total autonomía de la comunidad científica respecto del resto de la sociedad (como el modelo mertoniano, precursor de los estudios de la sociología de la ciencia) empieza a ser cada vez más cuestionado, y da paso a otros modelos que complejizan el análisis sumando una multiplicidad de variables que inciden y posibilitan la producción científica. Entre muchos otros, algunos enfatizan la creciente confluencia en la investigación entre ciencia, industria y Estado; se enfocan en las múltiples formas de articulación entre actores científicos y socioeconómicos; o reparan sobre la percepción pública de las ciencias. Lo que tienen en común estos modelos acuñados en diversos contextos es que enfatizan el carácter relacional de las ciencias, planteándolas como un asunto de una multitud de lugares.

En los estudios sociales de las ciencias, ello implica que también sean puestas en cuestión aquellas perspectivas dominantes que, analizando la relación ciencia-tecnología-sociedad, trazan un esquema en el que la ciencia es la encargada de descubrir, la tecnología de aplicar y la sociedad de seguir sus descubrimientos incuestionables. Las críticas a este modelo lineal, desarrolladas en Latinoamérica en la década de 1970, han sido sustentadas por enfoques que sostienen la co-construcción de los problemas científicos. Es decir, dan cuenta de regímenes de investigación en los que el conocimiento es producido por una multiplicidad de actores que conforman redes heterogéneas con participantes no científicos y en los que incluso los artefactos tienen incidencia y agencia en el proceso.

Ello tiene al menos dos implicancias en estas nuevas dinámicas. La primera es cómo incide esta transformación del modo de producción de conocimiento en la concepción de la naturaleza misma del conocimiento. Y la segunda refiere a cuáles son las consecuencias que traen estos cambios en las instituciones de investigación y de formación científica.

Respecto de la primera cuestión, se destaca el pasaje de una concepción del saber científico como un saber universalmente válido hacia la valoración de los saberes localmente pertinentes. Si bien los saberes científicos descansan en redes más robustas, al ser compartidos por otros que utilizan los mismos códigos e instrumentos, otros actores no científicos y sus saberes funcionan también como genuinas fuentes de conocimiento. Es decir, más allá de las asimetrías entre los saberes científicos y los no científicos, la hibridación de ambos participa en la definición conjunta de problemas y en la construcción compartida de conocimientos. Asimismo, la evaluación de un resultado de investigación es medida a partir de la capacidad que tiene para ser utilizado con algún fin específico. De esta manera, en este esquema se tornan cruciales las continuas negociaciones con otros organismos que los investigadores deben entablar, no sólo para conseguir financiamiento sino también para que su actividad sea legitimada y reconocida, con lo que pierde importancia la división entre disciplinas científicas y la distinción entre investigación básica y aplicada. Esto nos lleva directamente a la segunda cuestión.

A esta transformación de un estándar de ciencia se debe sumar la complejización de papeles a nivel institucional y organizacional que ello implica. Es así que las instituciones de investigación y de formación en ciencias no pueden ser excluidas del análisis. Algunos enfoques organizacionales de las ciencias hacen hincapié en las tensiones que surgen frente a las nuevas tendencias de investigación interdisciplinarias, por un lado, y en la permanencia de un régimen disciplinar, por otro (Gingras y Godin, 2000). El nacimiento de especialidades y la estructuración de nuevos ámbitos de investigación es un proceso lento que conlleva el despliegue de un campo de relaciones de fuerzas, que, una vez establecidas, son difíciles de modificar. Lo mismo ocurre a nivel de los modelos de evaluación científica (tanto de los investigadores como sus producciones). Si bien muchas perspectivas abogan por una democratización del espacio científico a partir de nuevos dispositivos de regulación, los modelos clásicos continúan rigiendo la mayor parte de las evaluaciones. Esta suerte de transición implica tener presentes las contradicciones que encierra este proceso, en el que anteriores estructuras no terminan de dejar paso a posibles transformaciones. Democratizar y transformar estos espacios implica una ardua tarea de desmembrar los mecanismos de división, fragmentación y estratificación que regulan el espacio científico.

El libro de Dominique Vinck nos abre la posibilidad de continuar estas discusiones, combinando distintas propuestas y niveles de análisis. Se trata de una puerta de entrada al tema para todos aquellos interesados en los debates de la sociología de las ciencias. Los aportes del campo a una visión de conjunto, sin perder de vista las particularidades locales que el autor selecciona, nos permiten comprender el mundo científico y afrontar sus transformaciones actuales.

 

Referencias bibliográficas

Gibbons, M., Limoges, C., Nowotny, H., Schawartzman, S., Scott, P., Trow, M. (1994), The new production of knowledge. The dynamics of science and research in contemporary societies. Londres: Sage.

Gingras, Y. y Godin, B. (2000), “The Place of Universities in the System of Knowledge Production”, Research Policy, vol. 29, n° 2, 273-278.

Vinck, D. (2014) Ciencias y sociedad. Sociología del trabajo científico. Buenos Aires: Gedisa.

 

 

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