Cuestiones de Sociología, nº 14, e012, 2016. ISSN 2346-8904
Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación.
Departamento de Sociología

 

RESEÑA/REVIEW

 

El pensamiento latinoamericano en la mira

Revisión del libro América Latina piensa América Latina. Buenos Aires, CLACSO, 189 páginas de Y. Acosta; W. Ansaldi; V. Giordano y L. Soler (coords.), (2015)

 

Juan Antonio Acacio
Universidad Nacional de La Plata - Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación (FaHCE/UNLP)
juan_acacio@hotmail.com
Argentina

 

Cita sugerida:Acacio, J. A. (2016). El pensamiento latinoamericano en la mira. Cuestiones de Sociología, 14, e012. Recuperado de http://www.cuestionessociologia.fahce.unlp.edu.ar/article/view/CSn14a12

 

El libro coordinado por los autores es producto de dos proyectos de investigación colectivos: Ideas, intelectuales y cambio social en América Latina. Del pensamiento social critico a los desafíos actuales (Grupo de Trabajo de CLACSO, coordinado por Yamandú Acosta, Verónica Giordano y Lorena Soler) y La Imaginación histórica de la Sociología Latinoamericana. Debates, contribuciones, trayectorias personales y proyectos institucionales circa 1940s-1980s (UBACYT programación 2011-2014, dirigido por Waldo Ansaldi y Verónica Giordano). En el libro, los autores recopilan una serie de artículos y entrevistas, con el fin de desarmar el espejismo del colonialismo intelectual que nos ha llevado a pensar que en Latinoamérica no existen tradiciones de pensamiento autóctonas. En un esfuerzo por generar acumulación en el conocimiento social nativo, los autores parten de la premisa de que es posible trazar, por así decirlo, una hoja de ruta del pensamiento social latinoamericano. En palabras de los autores, de lo que se trata es de recuperar voces, así como también experiencias que delimitaron y dieron forma a las ciencias sociales y al pensamiento crítico en Latinoamérica.

Este ejercicio lo realizan sobre la base de tres ejes que podemos marcar como recorriendo las entrañas del libro: el primero tiene que ver con las teorías y conceptualizaciones que han surgido desde Latinoamérica para Latinoamérica; el segundo tiene que ver con ciertas biografías intelectuales, asociadas sobre todo a la institucionalización de las disciplinas sociales como científicas; y un tercer eje implica pensar los contextos que traen aparejados momentos de fértil producción académica para la explicación y la comprensión de ciertas coyunturas particulares.

El libro se divide en tres secciones. La primera sección nos abre la puerta a un panorama global y en perspectiva histórica sobre la producción de conocimiento en las ciencias sociales latinoamericanas. Waldo Ansaldi nos lleva a recorrer el camino de institucionalización de las ciencias sociales en el continente. Da cuenta de las tensiones y nudos del pensamiento social latinoamericano y su conformación como disciplina científica, vinculando de manera acertada el desarrollo del pensamiento social latinoamericano con las coyunturas políticas, económicas y sociales que atravesaron los distintos países. En ese recorrido es retomado el papel de las grandes instituciones madre del pensamiento social, que nuclearon a grandes intelectuales y fomentaron el intercambio entre ellos.

Alfredo Falero, por otro lado, revisita las condiciones de producción de conocimiento en las ciencias sociales latinoamericanas en la década del sesenta. Autores como Faleto, Gunder Frank, Cardoso, Stavenhagen, Quijano, Dos Santos y Nun son retomados como formando parte de una trama compleja en la producción de conocimiento desde y para Latinoamérica, poniéndola en comunicación con el momento en que los autores escriben, época signada como época de creatividad, cuando se conformó una matriz de pensamiento en la que se produjeron conceptualizaciones y teorías en torno a los problemas de la sociedades latinoamericanas, como las cuestiones del desarrollo, la dependencia, y la marginación.

El capítulo de Juan J. Paz Miño Cepeda puntualiza las condiciones en que se produce conocimiento social para el caso particular de Ecuador. Revisa así la historia intelectual de dicho país, dando cuenta del florecimiento del pensamiento social ecuatoriano, atado a las coyunturas de la historia de dicho país. Así, observamos cómo los cambios sociales, las crisis, los paradigmas económicos y los golpes de Estado configuraron de una manera determinada la producción del conocimiento social ecuatoriano.

La segunda parte del libro retoma biografías intelectuales de referentes de las ciencias sociales latinoamericanas, que permiten leer a través de ellos ciertos momentos clave en la producción de las ciencias sociales. Matías Fernando Giletta escribe sobre Sergio Bagú y propone una aproximación a su biografía intelectual y a su perspectiva sociohistórica. En su trabajo ilustra el contexto de las décadas de los ´50, ´60 y ´70 como de gran fecundidad del pensamiento social, etapa en la que Bagú despliega una interesante producción, en la que los sucesivos exilios se muestran como determinantes para su biografía personal y profesional.

El artículo de Verónica Giordano busca recuperar la trayectoria de un referente de la sociología argentina: Jorge Graciarena. Busca rastrear el origen interdisciplinario de la sociología y de las disciplinas sociales tanto en Argentina como en el resto de América Latina. En su trabajo muestra la riqueza del pensamiento fundador de las ciencias sociales, que gira en torno al tema del desarrollo, el poder y las clases sociales, así como el afán por recuperar grandes procesos de manera histórica, evitando la microsociología y mirando procesos de gran envergadura.

El capítulo de Yamandú Acosta busca dar cuenta de la complejidad del pensamiento del filósofo argentino Arturo Roig. En ese sentido, el autor hace un repaso por el humanismo crítico de Roig desde una lectura nuestroamericana. Al igual que la línea marcada en los otros capítulos, Acosta revaloriza la crítica a las visiones norte-eurocéntricas sobre lo nuestro y recupera el humanismo universal kantiano y la idea del sujeto trascendental pero modificando ciertos argumentos. En términos de Roig, lo que importa es partir del sujeto empírico, ya que es la condición misma de posibilidad para el sujeto trascendente.

En el apartado tercero y final encontramos tres entrevistas que buscan dar cuenta de la perspectiva de ciertos intelectuales que han cumplido un rol importante como protagonistas en la construcción de las ciencias sociales latinoamericanas.

La entrevista de Lorena Soler a Domingo Rivarola recupera la experiencia del Centro Paraguayo de Estudios Sociológicos. En ella, se evocan los avatares en la consolidación del pensamiento social paraguayo y se explica el importante papel de instituciones como la CEPAL, FLACSO y CLACSO, como también la influencia de Brasil en los ámbitos académicos y la importancia de la creación y difusión de revistas académicas como formas de ejercicio intelectual.

La entrevista de Julieta Rostica a Carlos Guzmán Blocker nos adentra en el pensamiento social en Guatemala. En ella, se pone de relevancia la centralidad de las temáticas acerca de lo indio, lo ladino, el mestizaje y el problema del racismo en este país.

Por último, encontramos una entrevista al mismo Waldo Ansaldi coordinada por Inés Nercesian. En esta entrevista se retoma la trayectoria de Ansaldi, haciendo hincapié en su trayectoria híbrida; es decir, de un intelectual que ha saltado de una disciplina a otra, característica presente en la gran mayoría de los intelectuales latinoamericanos. En su trayectoria se pueden rastrear ciertos emergentes compartidos a lo largo de las otras entrevistas: las décadas del ´60 y del ´70 como momentos de gran riqueza en torno a la producción de conocimiento social, y la prevalencia de ejes temáticos como el desarrollo, la reforma, la revolución y la democracia.

En definitiva, las secciones del libro en su conjunto son lecturas que se complementan y muestran ciertas tendencias; por ejemplo, la importancia de los estudios sobre la dependencia como núcleo conceptual y teórico que permitió pensar los problemas propios de Latinoamérica o el vínculo necesario entre coyuntura política, crisis y producción de conocimiento. Constituye así un buen acercamiento para pensar la producción de conocimiento en Latinoamérica para Latinoamérica, al tiempo que brinda herramientas para entender la situación actual de los campos de estudios sociales y permite pensar los desafíos que se abren para la comprensión de los procesos latinoamericanos actuales.

 

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